La empresa ITC Consultores se encargó de dar el taller, enmarcado dentro de los denominados “Tech Training”, donde se trabajó sobre varias temáticas que afectan a la seguridad digital.
Los días 12 y 14 de setiembre, en el Complejo Torre de las Telecomunicaciones de Antel, los jóvenes seleccionados asistieron a las capacitaciones brindadas por el Ing. Leonardo Vidal y el Mgt. Ing. Eduardo Carozo, ambos con gran experiencia y trayectoria en lo que refiere a seguridad informática y manejo de la información.
ITC es la mayor empresa de consultoría del estado uruguayo. Posee una fuerte presencia en el mercado local y regional, habiendo colaborado en numerosos proyectos a nivel público y privado en varios países de América Latina.
Como primer punto los docentes hablaron sobre industria digital y fábrica digital, enumerando que hoy tenemos una digitalización de principio al fin, que los elementos se integran en un ecosistema digital y que los datos se generan, analizan y se comunican de esta forma. En este sentido, los usuarios de internet crecerán más de un 30% para 2019, así como la cantidad de dispositivos conectados, la velocidad de navegación y la circulación de videos.
Se hizo especial hincapié en proteger los activos, que pueden ser dinero, contratos, acciones, planes, proyectos, edificios, personas, así como reputación, secretos o licencias. Toda organización posee activos, ya sea una empresa, una familia o una institución. Esta protección debe darse dentro de un marco normativo, corporativo, que promueva y sustente una cultura de seguridad de la información en las organizaciones.
Mostraron algunas paradojas que presenta el mundo digital, como que mientras más acceso, interacción y usabilidad, menos comprensión de la complejidad y consecuencias de las acciones tenemos, o que mientras más dependencia de la tecnología tenemos son más las superficies de nuestra vida expuestas a vulnerabilidades.
Teniendo en cuenta que se trabaja todo el día con información, una pequeña fuga de la misma podría transformarse en un desastre. “Somos en general un potencial objetivo de ataque, aproximadamente cinco de cada 100 personas tienen malas intenciones”, sentenció Leonardo.
Es fundamental también tener la información a buen resguardo, lo que implica seguridad tanto física como lógica. Se sugiere tener un Centro de procesamiento físicamente separado de las oficinas, con acceso restringido, detectores de incendio, aire acondicionado a temperatura estable, una clave con algoritmos establecidos y una red separada del resto de los servicios. Esto se complementa con entrenamiento y concientización del personal, sobre todo en cómo gestionar la información y en cómo proceder ante una fuga de la misma, ya sea con o sin intención.