Bruno Gili es Contador Público, socio CPA Ferrere y socio director de CPA Innovation con amplia experiencia en gestión, estrategias, finanzas, riesgos y sistemas de control de gestión. Integró el panel de #Jugados "Transformarse da laburo" de Smart Talent Day 2018, en el que los participantes hablaron sobre la integración de la tecnología a sus profesiones.
“Me entusiasmó la idea de que ‘transformarse da laburo’, me puse a pensar si efectivamente me había transformado y sí, lo hice a lo largo de los años. Hubo un cambio, no soy el mismo”, reflexionó el profesional en primera instancia. “No creo en la recetas ni en los libros del éxito, cada uno construye su camino desde su perspectiva, pero les voy a contar algo para que entiendan por qué los temas en los que estoy trabajando pueden ser interesantes”.
“Me recibí en el año 1986, era contador, tenía la idea de que quería trabajar solo, no en empresas”, relató Gili. “Entonces armé mi currículum, y recuerdo con gracia que la habilidad que yo quería expresar a quienes me iban a contratar era que podía llevar la contabilidad a mano -en un libro-, en una impresora Olivetti o en una computadora Epson, la primera que me compré”. En su opinión había hecho cosas mucho más interesantes en esa época, como haber participado de la organización de movimientos estudiantiles, de negociaciones, hablarle a asambleas de miles de estudiantes, pero no pensó en destacarlas en su currículum.
“Mi currículum hoy contiene habilidades como Big Data, Business Analytics, inteligencia artificial, Blockchain y procesamiento de lenguaje natural. ¿Quiere decir que estudié cada una de esas áreas? No, de hecho mi mayor problema hoy es que a veces me llaman y me dicen el contador Bruno Gili, el economista, el abogado, el ingeniero, etc. No soy eso, soy un consultor de negocios que fui tratando de adaptarme al mundo en que vivía”, expresó.
Sobre la organización que integra, CPA Ferrere, sostuvo que en los últimos diez años les han dado la oportunidad a jóvenes de trabajar y adaptarse al mundo actual. “Tuve que entender cómo hacer negocios con eso ya que este es el mundo en el que vamos a vivir. Transformarse va a ser una constante en la vida, mucho más rápido de lo que fue en mi época. Seguramente dentro de cinco años no va a ser el auge del Big Data o el Blockchain, van a ser otras palabras u otras áreas, y habrá que moverse y ser capaz de trabajar con todas ellas”, proyectó.
Su mensaje final fue muy claro: nada es eterno, todo tiene fecha de vencimiento. “Estén dispuestos a adaptarse a lo que no controlan, que es mucho. Efectivamente nuestro comportamiento y nuestro cerebro se van a parecer mucho a las actualizaciones de software, necesitamos constantemente que nuestro cerebro se esté actualizando. Eso será necesario para interactuar y colaborar con gente de otras disciplinas”.