Claudia Umpiérrez es abogada y es la primera mujer en la historia del futbol uruguayo en arbitrar en Primera División. En 2015 estuvo en el top 10 de las mejores árbitras del mundo para la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), es jueza categoría FIFA e integró el panel de #Jugados "Transformarse da laburo" de Smart Talent Day 2018, en el que los participantes hablaron sobre la integración de la tecnología a sus profesiones.
“Nunca me aplauden como ustedes porque donde trabajo no soy muy querida, siempre estoy con el pelo atado, cara de mala y mostrando tarjetas”, advirtió a los presentes apenas subió al escenario. “Sin embargo, la actividad me ha permitido crecer, desarrollarme y estar cerca de la tecnología a través del trabajo. Nos hemos ido transformando, y el arbitraje es parte de la vida acá. ¿A quién en Uruguay no le gusta el fútbol? Quizás el 90% de la población es muy fanático”, prosiguió.
Dirigiendo un Mundial juvenil en el año 2012 fue la primera vez que se encontró con intercomunicadores, que son básicamente vinchas con un aparato para que todo el equipo arbitral pueda dialogar durante los 90 minutos sobre situaciones de juego. “En ese momento para mí fue bastante transformador, ya que yo acá dirigía a nivel de formativas y apenas teníamos banderines iguales para los asistentes”, graficó Umpiérrez.
“Ir al otro lado del mundo a dirigir un Mundial con tecnología como banderines electrónicos, intercomunicadores, GPS con los cuales nos median la frecuencia cardíaca, velocidad, etc., ha servido para que también una desarrolle nuevos potenciales como la parte física. Al principio trabajaba entrenando dos veces a la semana, hoy lo hago seis veces y los fines de semana tengo partidos”, contó.
Pero la tecnología no es importante solo para el arbitraje: como abogada también le ha significado la mejora de muchos procesos. “Antes hacíamos la procuración desde la baranda de los juzgados, hoy la hacemos cómodamente desde el escritorio en la oficina, y eso permite crecer”, sentenció.
“Mi frase de cabecera es el ‘insistir, persistir, resistir y nunca desistir’. Estoy en un ambiente muy masculino, me costó mucho llegar a donde estoy hoy, incluso en Primera División me sigue costando que me den las mismas oportunidades. Hagan lo que les gusta, lo que aman, y no dejen que nadie les diga que no pueden”, fue su consejo final.