El retorno a la presencialidad es una oportunidad de evaluar y adaptar el set de habilidades.
Durante los últimos meses todas las organizaciones se han visto desafiadas a trabajar de una forma muy diferente y los sistemas de gestión de personas no escaparon a estos cambios. Un aspecto fundamental es el rol del líder, impulsando a los colaboradores a desarrollar un nuevo set de competencias laborales, específicos para este contexto.
Virginia Fasano, Licenciada en Psicología y MBA, directora de Lightup Consultoría reflexiona sobre las competencias clave para el regreso a la presencialidad. “La confianza ha sido un punto clave para que este tiempo de trabajo remoto resultara exitoso. Ya no era posible medir la efectividad mediante los sistemas tradicionales de cantidad de horas de trabajo o “ser el primero en llegar y él último en irse”, todo cambió”.
Reflexionando sobre las competencias clave para el retorno a la presencialidad, Fasano destaca que esta nueva normalidad redobla la apuesta de los líderes; “ninguna organización estará igual que al 13 de marzo, tampoco será igual que lo vivido desde esa fecha hasta ahora. Muchos dejaron su oficina aquel viernes y recién ahora regresarán a las mismas. Han pasado más de 100 días, donde ocurrieron muchas cosas, tanto en el plano personal, como laboral e incluso a nivel país”.
La gestión de dilemas para la toma de decisiones y el desarrollo del engagement será desafiante y constituye una ventaja competitiva en las organizaciones. Desplegar la posibilidad de pensar desde la diversidad y el reconocimiento fluido como parte del dialogo permanente son herramientas de vital importancia en esta fase de retorno. En algunos casos, el distanciamiento social debilitó el engagement y aumentó el agotamiento por la hiperconexión y sobrecarga de responsabilidades familiares y educativas, aún más en las mujeres con hijos a cargo. Es por ello que este nuevo comienzo deberá contemplar estos aspectos y revertir aquello que pueda poner en riesgo la salud física pero también psicológica de los colaboradores.
“El retorno saludable ofrece la oportunidad de volver a construir un equilibrio que será muy diferente, considerando la nueva y fortalecida confianza, valoración de las relaciones humanas y diversidad como un elemento de riqueza. Recordemos que el engagement es clave para el desarrollo de competencias, ya que no solo se constituyen del “saber hacer” sino que además involucran el “desear hacer”, por tanto éste eslabón de pertenencia, involucramiento emocional y compromiso será determinante para lograr desarrollarlas a pleno”, concluyó Fasano.
Habilidades en tiempos de crisis
“Durante la pandemia se abandonaron las reuniones constantes y eternas, se hizo foco en los aspectos más críticos que debía afrontar cada empresa y se desarrolló mucho la capacidad de síntesis y priorización en la salud laboral”, explica Virginia Fasano. “Todos hemos tenido que desarrollar aún más la escucha activa, atenta y empática, ya que las situaciones fueron muy diversas y se tuvieron que contemplar impactos físicos y emocionales muy variados”.
Desde su rol como capacitadora y asesora en gestión humana para diversas organizaciones de nuestro país, Fasano destaca la creatividad e innovación como las competencias que marcaron el rumbo de las principales decisiones que los líderes asumieron, en especial, durante las primeras semanas desde la llegada del Covid-19 a nuestro país.
La virtualidad de las relaciones laborales y formativas impulsó y validó alternativas nunca antes previstas ni consideradas. “Valoramos como un factor muy importante la tolerancia, la flexibilidad y el buen humor, que permiten enfrentarnos a una dura realidad con un enfoque mucho más humano. La dependencia de la tecnología e internet permitió una nueva valoración de los tiempos de respuesta y del logro de los resultados”, explicó la entrevistada.
Fuente: El País