Ánima lanza su campaña de recaudación "#Cambiálaforma" para que más jóvenes puedan aprender trabajando y trabajar aprendiendo.
ÁNIMA, el primer bachillerato tecnológico de formación dual en Uruguay, lanza la campaña de recaudación #Cambiálaforma con el objetivo de que más jóvenes provenientes de contextos sociales vulnerables sean parte de su propuesta educativa.
La campaña se centra en la vida de Ayelén, una estudiante de la generación 2018, que nos cuenta su historia personal de superación, qué significa ÁNIMA para ella, así como su perspectiva a futuro. A través de material gráfico también se presentan otros tres estudiantes, sus contextos y lo que significa ÁNIMA en sus vidas: Jonathan de Puntas de Manga, Tiziana de Villa García y Facundo de La Unión. Se trata de transmitir el espíritu de ÁNIMA, el corazón de su propuesta, difundir su accionar y conseguir los fondos que le permitan recibir a la próxima generación de estudiantes en el 2021.
El claim de la campaña es #Cambiálaforma, una invitación por parte de la organización, a cambiar la forma de enseñar, de aprender y de trabajar a través de la formación dual, y a su vez, cambiar la forma en la que vemos a los jóvenes y el modo en el que colaboramos. Para que más jóvenes puedan aprender trabajando y trabajar aprendiendo.
¿Qué es ÁNIMA Bachillerato Tecnológico?
ÁNIMA es una organización educativa de acceso gratuito y de gestión privada. Constituida como una asociación civil, es financiada a través de donaciones. Surge en 2016 a través del interés de un grupo de profesionales comprometidos con la educación de los jóvenes que viven en contextos socioeconómicos desfavorables. Tiene el objetivo de desarrollar una nueva modalidad educativa en Uruguay que integre el mundo de la educación y el trabajo a través de la formación dual. Ofrece dos orientaciones de estudio (Administración y TIC), e incorpora el mundo del trabajo como un espacio de aprendizaje de calidad, complementario y articulado al aula.
Es la primera experiencia demostrativa de formación dual en Uruguay para jóvenes de contextos vulnerables, con experiencia en más de 175 prácticas formativas en más de 70 empresas formadoras. Luego de cuatro años ha logrado diseñar e implementar localmente una modalidad educativa innovadora en el ciclo de bachillerato con un alto impacto en las tasas de finalización de la educación, continuidad educativa e inserción laboral. Las Empresas Formadoras se comprometen a recibir uno o más jóvenes durante el período lectivo por 12 horas semanales para realizar prácticas formativas. Se diseña un plan de formación donde se detallan las competencias para formar al joven durante el proceso y aportar al perfil de egreso del aprendiz. A su vez, se designa un tutor dentro de la empresa que lo acompaña, forma y evalúa durante el período. Las prácticas formativas son remuneradas, cumpliendo con las leyes sociales
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